jueves, 2 de septiembre de 2010

¿ES JUSTA LA JUSTICIA?

¿Es justa la Justicia? Si la pregunta se plantea a un estudiante de Derecho, dirá que sí, que claro. Tenemos todo un sistema jurídico pensado para defender nuestros derechos, la Constitución, las leyes, los procedimientos. Todo está pensado para que la resolución de los conflictos sea "justa". ¿Un vecino no paga sus cuotas? Pues la Ley lo tiene previsto. ¿Un hombre pega a su mujer? Los jueces le castigarán. ¿Y si es inocente? No se preocupe, que gracias a los procedimientos se sabrá la verdad...
Pero si la pregunta la debe contestar un abogado, la respuesta será bien diferente. La Justicia se basa en un sistema que debe ser aplicado por personas (jueces, fiscales, secretarios judiciales y abogados como protagonistas, sin olvidar el importante papel de los demás actores, desde los propios implicados hasta los funcionarios de juzgados). Y las personas no son tan predecibles. Lo que a uno le parece clarísimo, a otro le hace dudar, y al tercero le parece clarísimamente lo contrario. Las personas tienen momentos más o menos inspirados. Las personas pueden tener -y de hecho tienen- un día malo. Las personas no siempre tienen las mismas ganas de trabajar. No todas las personas tienen la misma sensibilidad. Y el ser humano es un animal de costumbres... Si en los primeros 99 casos el delincuente es delincuente, ¿por qué el número 100 iba a ser diferente?
Cierto es que mediante las normas se intenta conseguir una seguridad, evitar las sorpresas y las decisiones arbitrarias, en definitiva, encontrar una solución justa. Pero igualmente cierto es que son las personas las que deben interpretar los hechos y aplicar las normas, y es en este ejercicio, en la aplicación de la Justicia, donde se pierde la seguridad jurídica, y con ello, la solución justa.
¿Qué le queda al estudiante de Derecho? No perder las ilusiones. Siempre hay casos donde triunfa la Justicia y siempre se encuentran personas preocupadas por encontrar la solución justa. ¿Y el abogado que no puede conciliar el sueño de noche pensando en las resoluciones injustas? Tampoco debe perder las ilusiones ni las ganas de trabajar, que sólo con trabajo se podrá conseguir una respuesta justa (que por suerte también las hay y son muchas), pero igualmente debe tenerse muy presente que la Justicia depende de las personas que la aplican, y éstas no son muy predecibles. ¿Y para poder dormir? Mejor un gintonic que revisar lo que ha entrando por el fax a última hora. Seguro que es una sentencia de esas que nos quitan el sueño...