En diciembre de 2011 entró en vigor una Instrucción de la Dirección General
de Inmigración que obligaba a los ciudadanos extranjeros a obtener un informe positivo de su Comunidad Autónoma donde
certificase que había asistido a distintas acciones formativas que aconsejaban
la renovación de su tarjeta.
Esto se ha estado aplicando para las renovaciones por cuenta ajena,
por cuenta propia e incluso las renovaciones por reagrupación familiar.
Es decir, el extranjero que pretendía renovar, no sólo tenía que estar
dado de alta en Seguridad Social, cotizar, no estar en el paro y cumplir los
requisitos estrablecidos en la Ley de Extranjería, sino que además, necesitaba asistir a cursos para continuar en
situación regular.
Seis meses después de esta idea, La Secretaría General
valora los resultados y ha comprobado que no
se han cumplido los “objetivos” marcados, que no ha habido homogeneidad ni
clarificación y que las Administraciones no sabían ni cómo aplicar esta
instrucción.
Con las mismas, se ha dictado otra Instrucción en julio de 2012 por la
que deroga la anteriormente citada
sobre “informes sobre esfuerzo de integración”
Y los extranjeros que tuvieron que someterse a estos informes?? Hubo
alguno que no pudo renovar por no conseguir el certificado positivo?? Qué hará
ahora cuando la
propia Administración reconoce que no era efectiva esa
medida??
Cuál será la próxima idea?? No es suficiente con cumplir los requisitos
legales y establecidos en la Ley?? Cuánto dinero ha costado este experimento??
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